En cuanto a estar encerrada, me quedé 2 dias, quizás 3, papa solo habria la puerta para darme agua, ya estaba acostumbrada a no comer en varios dias.
Hoy me desperté en mi cama ya, lo raro es que no recuerdo nada. Esto fué bastante incomodo.
Papa no estaba, habría salido a comprar o a fumarse un cigarro, estuve pensando toda la mañana que hacer, si irme con Niall sin que lo supiera o esperar a que volviera.
Eran las 11:45 cuando llamaron a la puerta, bajé al primer piso pensando que seria papa, pero cuando abrí la puerta para mi sorpresa solo se encontraba una caja, en el suelo, sin
acompañanate humano, pensé que seria una de esas tipicas bromas pesadas, así que no me lo pensé mucho y cojí el bate de beisbol que tenia en mi habitación, bajé de nuevo las
escaleras y le dí a la caja, esta se volcó y se abrió, dejando ver una flor, para ser mas exactos una Margarita, en ese momento pensé en Niall, el siempre me regalaba ese tipo de
flores, por mi nombre, Marga Margarita, también me llamaba así porque sabia que lo odiaba.
Me cuenta que su madre de pequeña las cojía, y de vez en cuando le quitaba los petalos mencionando tal disparatadas palabras, Me quiere/ No me quiere.
Para mi era un juego absurdo aunque yo tambien he jugado en mi aburrimiento.
Pero ni la caja ni la flor tenian nombre del que me las entregaba, pero pensaba en Niall.
Abrí la caja con temor, me esperaba un susto, pero lo que encontre solucionó la gran pregunta que tenia en mente, dentro se podia ver un marco de fotos, lo saqué, eramos Niall y yo
de pequeños corriendo por un parque, tenia columpios, 2, y un gran tobogán, que cuando eres pequeño sientes la emoción y la adrenalina de que nunca se va a acabar.
Recuerdo que esa foto nos la echó su padre.
-¿No te fias de mi? - pregunto una voz con tono vacilón. Me giré asustada, pues no esperaba que nadie estuviera detras mia.
-Me has asustado. -Le dije mientras abrazaba a mi mejor amigo. El sonreia, como siempre una mueca de felicidad dibujada en su cara, su preciosa cara. Adoraba sus ojos, verdiazules
y su pelo moreno los hacian destacar mucho más, por no tener en cuenta que era blanco como la leche.
-Mara ¿estas? - entonces salí de mi trance.
-Perdón , es que... me gusta tu camiseta. - sonreí intentando disimular un poco.
-Rió - Veo que te has fijado, es nueva. - También adoraba sus camisetas, eran anchas y de tonos que me gustaban, parecia uno de esos raperos, y yo bueno, yo era un caso, con sus
camisetas, me reí para mis adentros.
-Bueno ¿Y esto?
-¿El que?
-Los regalos
-Am, toma me olvidé de uno. -Se acercó a mí.
Hoy me desperté en mi cama ya, lo raro es que no recuerdo nada. Esto fué bastante incomodo.
Papa no estaba, habría salido a comprar o a fumarse un cigarro, estuve pensando toda la mañana que hacer, si irme con Niall sin que lo supiera o esperar a que volviera.
Eran las 11:45 cuando llamaron a la puerta, bajé al primer piso pensando que seria papa, pero cuando abrí la puerta para mi sorpresa solo se encontraba una caja, en el suelo, sin
acompañanate humano, pensé que seria una de esas tipicas bromas pesadas, así que no me lo pensé mucho y cojí el bate de beisbol que tenia en mi habitación, bajé de nuevo las
escaleras y le dí a la caja, esta se volcó y se abrió, dejando ver una flor, para ser mas exactos una Margarita, en ese momento pensé en Niall, el siempre me regalaba ese tipo de
flores, por mi nombre, Marga Margarita, también me llamaba así porque sabia que lo odiaba.
Me cuenta que su madre de pequeña las cojía, y de vez en cuando le quitaba los petalos mencionando tal disparatadas palabras, Me quiere/ No me quiere.
Para mi era un juego absurdo aunque yo tambien he jugado en mi aburrimiento.
Pero ni la caja ni la flor tenian nombre del que me las entregaba, pero pensaba en Niall.
Abrí la caja con temor, me esperaba un susto, pero lo que encontre solucionó la gran pregunta que tenia en mente, dentro se podia ver un marco de fotos, lo saqué, eramos Niall y yo
de pequeños corriendo por un parque, tenia columpios, 2, y un gran tobogán, que cuando eres pequeño sientes la emoción y la adrenalina de que nunca se va a acabar.
Recuerdo que esa foto nos la echó su padre.
-¿No te fias de mi? - pregunto una voz con tono vacilón. Me giré asustada, pues no esperaba que nadie estuviera detras mia.
-Me has asustado. -Le dije mientras abrazaba a mi mejor amigo. El sonreia, como siempre una mueca de felicidad dibujada en su cara, su preciosa cara. Adoraba sus ojos, verdiazules
y su pelo moreno los hacian destacar mucho más, por no tener en cuenta que era blanco como la leche.
-Mara ¿estas? - entonces salí de mi trance.
-Perdón , es que... me gusta tu camiseta. - sonreí intentando disimular un poco.
-Rió - Veo que te has fijado, es nueva. - También adoraba sus camisetas, eran anchas y de tonos que me gustaban, parecia uno de esos raperos, y yo bueno, yo era un caso, con sus
camisetas, me reí para mis adentros.
-Bueno ¿Y esto?
-¿El que?
-Los regalos
-Am, toma me olvidé de uno. -Se acercó a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario