Mi foto
Cordoba, Andalucía , Spain

miércoles, 26 de febrero de 2014

Mérida McCartney

¿Que no lo entendía?
Pero de que iba todo esto? El chico se alejo a paso ligero,  como indignado por mi comentario.
Me sentí bastante culpable, pero había dicho una gran verdad, sinceramente no sabia el porque no hablaba con el pueblo, y mas aun porque no escapaban de aquí.
Y si el sabe que es una maquina, ¿porque el robot no va a por el?
¿acaso todos los que han sido asesinados por el monstruo mecánico infernal sabían algo que los demás no conocían? ¿Y si el muchacho esta también en la terrible lista y solo va en orden? Puede que otras personas sepan mas cosas que el? ¿Y si el oculta algo?
Me estaba empezando a doler la cabeza de nuevo a causa de los hecho recientemente ocurridos.
El sol brillaba en lo alto del cielo, seguía pensando en todo lo que me había dicho el chico, pero cada vez que me preguntaba, las respuestas se alejaban mas de mi, y la confusión me aterrorizada
¿Acaso Vladimir tenia algo que ver con esto? Si es así, ¿qué tenia el que ver con estas personas?

                                                                          **

La noche entraba poco a poco, los colores sobre el cielo se tornaban violetas oscuros, parecía que iba a haber una fuerte borrasca.
No pude evitar acurrucarme en mi misma, mientras sentía las puertas de las chabolas cerrarse con sus habitantes dentro sobreviviendo al miedo otra noche mas.
Me incorpore un poco y quede echada en mis rodillas, -¿que voy a hacer?- pensé. ¿Que hago aquí?¿Debería de ayudar a esta gente?
Ni si quiera me han ofrecido algo de beber, o han preguntado de donde venia. Solo me han despreciado con sus miradas. Afirmo que estoy acostumbrada a no tener ninguna relación con otro ser humano que no haya sido Kate y su familia.
Si, parte de su odiosa y asquerosa familia. Ni si quiera voy a pensar en el hombre que me dejo tirada y que ha echo que este aquí echa una mierda.
Yo tenia mi viejo cuarto. Mi gato. Y una televisión que apenas funcionaba. No me hacia falta mas, si llovía, si tenia frió, si tenia sueño, sabia a donde ir.

Ahora solo me queda regresar a los tiempos en los que vagaba por los sucios barrios de Seattle, escondiéndome de la policía, y buscando a la vez algo de comer para sobrevivir. Scotty.
Eso era un amigo de verdad.
No Left. ¡Mierda! Porque he tenido que decir su..

-¿Que haces aquí? - alguien interrumpió de repente mis pensamientos.
Me gire dando una pequeña vuelta en el suelo y apunte con la pistola a mi objetivo.
-¡Hei! Quieta. - No veía apenas quien era, no conocía su voz, pero no baje el arma en ningún momento,
por si las moscas. Ya había tenido mas de un encontronazo así,  y no había acabado bien.
Me maldije por no haber estado atenta.
-Si no te importa, me gustaría que bajaras el arma. Me intimida un poco que me apunten con una cosa de esas. No voy a hacerte nada, soy Randy.

-..  - Baje poco a poco el arma, pero seguía sin convencerme, mas que nada porque no veía.
-Estar tan distraída puede jugarte malas pasadas ¿eh? Aunque no te culpo, tendrás tus cosas para pensar.
-Tienes razón, no puedo permitirme estar distraída. - Me maldije por hacerle mas caso a mis pensamientos que a mi trabajo.
Aun así, ¿a que venia eso?
-¿Malas pasadas?-comente.- ¿A que te refieres?
-Nada, solo lo decía por decir.
-Me dejas con la duda. - Comenté.
-A mi también me alegra dejarte a medias. - Valla con el doble sentido.

Pensando. Piensa Mérida. Silencio. ¿Se ha marchado?
-Sigo aquí. - Valla, que capacidad para leer la mente.
-¿Podemos ir  a algún lugar donde haya luz?
-Me parece justo, yo ya te he observado a ti suficiente. Te toca a ti. Mérida. - ¿Como?