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lunes, 21 de mayo de 2012

My Little Diary (7)

Aquel ser tiraba de mi brazo tanto que me hacia daño, mi mágico beso se termino hace rato y yo seguia como una boba, abrí los ojos mientras escuchaba gritos, a lo lejos le veía, Niall sentado a los pies de un arbol, con la cabeza entre las rodillas, y yo arrastrada por mi padre.
-Papa..
-Cállate. - sabía perfectamente por sus palabras y su voz seria, que me pasaría unos cuantos días en el sótano, llegamos a la casa después de 10 min andando a paso ligero, me miré la muñeca que el agarro y la roce con las yemas de mis dedos, no veía muy bien pues era de noche pero tenia las marcas de sus dedos, y quemaban.
-Entra.
-No. - fui yo la primera en asustarme de mi contestación pero aunque sé que el miedo me podía me quedé en pie, el parecía sorprendido.
-¿Cómo dices?
-Que no.- le repetí y me mantuve firme, el dibujo una malévola y fría sonrisa en su cara, esto no pintaba bien, esta noche sabia que seria muy especial para el, en un breve gesto que  yo no pude evitar me agarro del pelo y entramos en casa, aquella noche la recuerdo borrosa, y mejor que se quede así.
Lo ultimo que sí recuerdo bien son gritos, portazos,  y un breve rayo de sol iluminando mi cuerpo desnudo en el suelo frió de el sótano.

14-06-1996

Llamaron a la puerta, el sonido del timbre retumbaba por toda la casa, como las campanas de la iglesia cuando llega una nueva hora. Volvió a sonar a los 5 min.
Estaba encerrada y por mas que quisiera no podía salir, pero el timbre continuaba sonando.
Fue el momento en el que me harté, me volví a poner la ropa tapándome todos los moratones, busqué una palanca de el coche viejo  y destartalado que teníamos y golpee una pequeña ventana por la que me resultaría fácil salir, estaba bastante alta por lo que me subí encima de 3 cajas que yo misma apilé.
Salí arrastrándome, abrí la verja del patio y miré disimuladamente quien podría ser, Niall no paraba de llamar.
-Cállate ¿por qué llamas tanto? para. -le dije bruscamente mientras mis ojos se iban acostumbrando a la intensa luz de la mañana.
-Marga. - él se acerco corriendo y se paró en seco cuando nuestras cara casi se rozaban, milímetros nos faltaban para juntarnos, demasiado lejos en comparación con el otro día en el parque.
-Ocurre algo. - me alejé un poco de el.
-Tu ojo. -dijo asustado.
-Oh es... me he maquillado mucho un ojo y el otro se me ha olvidado porque estabas tu llamando. - mentí, creí que me salió bien, hasta que intentó tocarme el ojo y yo me alejé aún más dejándolo con la duda.
-Niall tranquilo solo es maquillaje, no lo toques, es difícil de quitar.
-Claro, claro. - Dijo irónicamente y con tono burlón. - y por eso has salido por el patio, blanca como la leche , pálida, con un ojo morado que según tu está maquillado además yo sé perfectamente que tu no tienes puertas traseras en tu casa, solo ventanas y muy pequeñas.
-Niall.. - intenté tranquilizarle pero creo que esta yo más sorprendida que él, ¿tan mal lo he hecho? ¿no sé mentir? ¿me espía? ¿como sabe que no tengo puertas traseras si nunca a venido a mi casa? ¿como sabe que algo malo ha pasado? esto me asustaba, y mucho.
-Te ha pegado por mi culpa ¿verdad? porque nos vio juntos, no debí llegarme, ni llevarte tan lejos, fue porque te besé y nos vio, porque te dejé marchar y yo me quedé sentado viendo como me separaban de tus brazos, como me habían arrancado de tus brazos.
-No, no digas eso, no quiero que pienses que fue por tu culpa de verdad, solo es por mi bien.
-No serias capaz de hacerle daño a una mosca, no tienes ninguna excusa Marga, lo sé y no tienes que aguantar esto, no más por favor. - me agarraba las manos mientras me decía esto, me abrazó y sé que dejó caer no una lagrima si no varias, todas por mi culpa, ahora el esta llorando lo que yo jamás lloraré.