Mi foto
Cordoba, Andalucía , Spain

domingo, 31 de agosto de 2014

Deserve (pag.3)

Cuándo temía que mis lágrimas iban a desbordarse, respiré, guarde la foto en el bolsillo de mi chaqueta negra y me levante.

Anduve hasta llegar a calles que desconocía, me dejaba llevar sabiendo que si miraba hacia atrás probablemente acabaría mas pérdida aún.
Era raro que nunca hubiese escuchado hablar de calles estrechas y oscuras por donde el frío se filtraba en cada recoveco del cuerpo.
Aunque parecía escenario de película de terror, era relajante. No parecía Agals, la pequeña ciudad donde vivía. Si no un lugar perdido.

Metí mis manos en los bolsillos y las arrugue. El frío empezaba a calarme y ya era hora de volver a la ruina de casa, en la que vivía con mi ruina de familia. De sólo pensar que volvería pasar una noche con todos esos monstruos me desmoronaba. Y de echo. Yo era el peor de mis monstruos.
Gire a la izquierda por una calle que ascendía, llena de viejos carteles casi ilegibles por el paso del tiempo y todo lo que ello conllevaba.
La calle estaba aun mas solitaria que la anterior, solo que esta no era habitada por personas mayores que no estaban dispuestas a salir a aquellas horas por miedo a si ocurriera alguna desgracia.

La calle solo dejaba ver ventanas tapiadas, puertas rotas. Signos de un barrio marginal del cual habían echado a todos sus huéspedes o al menos lo habían intentado.
Trague saliva pensando que alguna persona mal viviría en aquel lugar al acecho de que alguien tan sumamente inocente e ingenua como yo pasara.
Acelere el paso, mirando hacia todos lados.
De repente escuche unos pasos detrás mía, no sabia si acelerar aun más hasta desgastar mis zapatos sobre la dura piedra deforme del suelo o paralizarme y descubrir que quizá aquel ruido era más que una falsa alarma de mi imaginación agitada.

Pare en seco tras unos segundos mas escapando del miedo y me gire sin dudarlo. No había nadie.
Pero mi vista no vislumbró primero que no había nadie, si no un gran cartel lleno de colores, parecía que acababan de colocarlo.
Me acerque poco a poco hasta quedar frente a el.
Anunciaba la llegada de un circo, de un gran circo.
Odiaba esas cosas.
Pensé rápidamente en seguir mi camino, y bajo mis pies se posó un papel mojado, un pequeño papel en blanco, con letras negras, un formato bastante normal.
' No se habían molestado demasiado en hacer aquel anuncio ' pensé.
Pero aquel anunció me dejó boquiabierta.

domingo, 17 de agosto de 2014

Deserve (pag.2)

Caminar sola era uno de mis pasatiempos, y el único que podía practicar sin ser molestada.
Habían pasado al menos dos horas desde que salí de casa, estaba oscureciendo pero no tenía la mínima intención de volver a casa.

Me senté en un banco que daba entrada a una plaza con una figura abstracta en el medio con forma de 'A', (o al menos eso parecía para mi) la cual jamas me había preguntado por su significado.
El lugar era tranquilo, mas que nada por que no presenciaba a ningún individuo.
Volví a concentrarme en todo el lío que tenia en mi cabeza, y saque una foto.
Estaba arrugada y tenia un débil signo en la parte superior que me alertaba de que se rompería si no tenía cuidado.
Pero en aquel momento no sabia si prefería que la fotografía desapareciera entre el polvo, o quedara conmigo por la eternidad.

En la instantánea se me veía feliz. A mi y a el. El era Jack, o al menos era en la foto.
Jack y yo comenzamos a salir hace dos años atrás de todo esto.
Y tras varios problemas en la relación decidió ponerle fin a algo que yo intentaba poner arreglo siempre. Pero que ya estaba muerto.
¿Si le sigo queriendo después de todo?
Es algo que a veces me pregunto a mi misma. Me confundo. Me rabio. Pero se que le sigo queriendo.
Por desgracia para mi, me enamoré.
Y a raíz de todo esto fue cuando empezaron a agrandecerse mis problemas.

sábado, 16 de agosto de 2014

Deserve

"Me ocupare yo mismo de tu cabeza"

Entonces desperté.

                          Capitulo 1

Mi padre no paraba de quejarse.

' Gade haz esto, Gade haz lo otro, Gade eres una inútil. '
Si, mi padre tenia esa habilidad de quejarse por todo.

Salí de casa cansada y aburrida de la misma voz cascarrabias. Mi madre nunca se metía en las peleas intimas de mi padre con su alter - ego, ella siempre estaba enfrascada en sus problemas.
Hubo un tiempo en el que me mi madre fue feliz, se le notaba en las fotos. Pero el trabajo, la monotonía, y las constantes riñas y quejas de mi padre la habían sucumbido a un mundo lleno de depresiones.

Al final yo había acabado igual. Con el tiempo las decepciones del mundo habían puesto mirada fija sobre mi y me habían arrastrado al mismo mundo donde estaba mi madre.
Había dejado de ir a mi psiquiatra hace dos semanas porque mi familia veía suficiente el que un miembro de la familia fuera. Y obviamente no iba a ser yo.

El cielo lucia lúgubre a mediados de octubre. El frío se hacia paso por las grietas de la acera e incluso eso me parecía reconfortante.
Después de un amargo y agobiante verano llegaba mi queridisimo otoño.