Mi foto
Cordoba, Andalucía , Spain

jueves, 25 de octubre de 2012

Mérida McCartney.

Ya habían pasado unas semanas desde que me contaron todo sobre la tutela, Left ya había salido del hospital, dos días después de hablarlo le dieron el alta satisfechos, ahora solo debía mantener una estricta dieta y dentro de un mes volver a que le revisaran; el tiempo que Left pasaba fuera, que ya era menor a cuando yo no estaba lo dedicábamos Kate y yo a hacer recados, mientras Kate limpiaba yo me encargaba de el pequeño Steep. La vida allí era buena, su apartamento no era muy grande pero nos la apañábamos, estaban esperando reunir un poco mas de dinero para mudarse a una casa que le tenían ya el ojo echando a la entrada de la ciudad; era preciosa, con un jardín delantero muy modesto rodeado de una valla azul celeste, y por lo que según me cuenta el matrimonio es bastante espaciosa y con otro jardín interior lleno de rosas azules. No la he visto pero la descripción es digna de un gran lugar, y me lo creo ya que Kate es una mujer con mucho gusto. Yo seguía intentando descubrir quien era el hombre encontrado en la fabrica, ya deberían de haberlo descubierto, en la ciudad tenemos buenos forenses, pero nada según las noticias el hombre tiene todo el rostro desfigurado, y nadie ha dado parte de haber perdido recientemente a un familiar cuyo trabajo fuera el de obrero. -Mérida. - me reclamó Kate. -Dime. -Ven. -No me lo puedes decir, es que no tengo ganas de levantarme. -Ven. - Kate subió el tono de voz, ya me daba miedo así que mi plan de quedarme todo el día sentada tendría que ser efectuado otro día. -Dime. - dije haciendo honor en la entrada de la cocina. -Hay una chica en la puerta que pregunta por una tal Melany. -¿Melany? dile que se ha equivocado, aquí no vive ninguna Melany. -Se lo he dicho, pero sigue insistiendo. Dile algo por favor Steep esta llorando otra vez -Esta bien. - agaché la cabeza cansada y me acerqué a la puerta arrastrando los pies. Al ver quien había detrás de la cortina me agaché corriendo, pero ¿como me había encontrado? no es que no quisiera verla, pero ¿como? si ya ni me acordaba de Liz, la joven que encontré en el bosque, ¿que hago? pegué un golpe en la puerta cuando volvieron a llamar a la puerta. -Voy. - dije levantándome del suelo. -¿Melany? -Si. - me asomé un poco a la puerta. -Menos mal, creí que no te iba a encontrar, me han dicho que aquí no vivía nadie que se llamara Melany. -Bueno, es que ella, me llama de otra manera y por eso te habrá dicho eso, pasa no te quedes ahí en la puerta. - entró tímidamente mirándolo todo. -Gracias. -¿Y como es que me has encontrado? Hace 1 mes casi que no nos vemos, puede que me engañe y sea mas. -Si hace tiempo la verdad, bueno me ha costado bastante encontrarte, estuve preguntando por ti en varios sitios públicos pero sin resultados. Al final entré en la jefatura de policial de Seattle, cercana a aquí y pregunte a un hombre que me dijo que vivías mas o menos por aquí. -No me lo creo. -Pues es verdad. -¿Preguntaste por Melany? -Melany McCartney. -Y como sabes mi apellido. -Se suele hablar de ti, mucho. - dijo fría y riéndose malevolamente.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Merida McCartney.

Pero como podían decidir eso, yo no quería, bueno en realidad por una parte no me importaba, pero ¿para que querrían eso?Quieren que les de mas problemas? Están corriendo un gran riesgo y eso no lo puedo permitir hablaré con ellos, pero mas tarde cuando se me pase este mareo de pensamientos; sigo sin podermelo creer, ahora mismo no sé ni que hago corriendo por los pasillos del hospital, la gente no para de mirarme preguntándose que que haré, odio cuando hacen eso, que mas les dará a ellos; Kate me sigue la pista corriendo detrás mía, se escucha mi nombre por todo el pasillo pero no puedo pararme, necesito aire. -Mérida espera. - me suplica. -No puedo. - digo sentándome en un bordillo a la entrada del edificio, creo que voy a llorar, pero no quiero que me vea. -Merida, escúchame. -¡Que! - le grite a Kate; me tapé la cara con mis manos, ya no podía seguir hablando, mis lagrimas comenzaron a caer una por una. - No sabéis el peligro que corréis teniéndome como tutores, ya me cuesta mantener la identidad por mi misma, si os tengo a vosotros será mucho peor, me pillarán antes, además podrían utilizaros para sacar alguna información y quien sabe lo que podría haceros quien os coja. -No tienes porque preocuparte por eso de verdad, estaremos en contacto, mantendremos un código, Left y yo ya inventaremos algo, nos las apañaremos, enserio. -No Kate no lo entiendes, ni tu ni Left, lo hago sola, yo, yo soy la que lo hace conociendo todas las consecuencias, me lo busco yo sola, el problema lo tienen conmigo no con ustedes, además - pasé mi mano derecha por toda mi cara secando las muestras de mi debilidad momentánea. - pronto cumpliré los 18 años, solo me queda 1 año, de verdad, dejadme esto a mi solo encontrareis problemas. -No lo vamos a dejar, la policía te conoce Merida. - ¿Qué me conoce? Esto no lo sabia yo, la policía, todo el cuerpo del FBI, la CÍA me buscaba por los asesinatos de varios agentes de la mafia, sabían que me he adentrado en el mundo de los traficantes y así están, tan tranquilos, esperando que acepte la tutela de estas personas. -Será una broma. - dije mirándola alterada, me levanté llevándome las manos a la cabeza. -Mira Mérida, los cuerpos de policía de todo el país, la CIA, el FBI, todo, saben como eres, quien eres porque estas así y como has llegado, saben tu trabajo, de donde vienes y adonde vas, saben tus metas ya. No quiero que te frustes por esto, no te asustes; entra y Left te lo contará todo detalladamente ¿vale? confía en mi - agarro mi mano con fuerza invitándome a entrar en el hospital de nuevo. (*) Me fui tranquilizando poco a poco tras escuchar la historia; resulta que era verdad que la policía sabia quien era, donde estaba y porque había llegado a esto; en un principio intentaron vigilarme con intentos fallidos, lo único que sabían aparte de toda mi vida era que yo y Left teníamos un vinculo, él era el que me ayudó a desenvolverme por allí, junto con otros conocimientos que yo mismo añadí. Mi padre era un gran agente del FBI, eso lo sabia, pero no que él y Vladimir se conocieran, fue en una vieja fabrica donde mi padre salvó milagrosamente a "Vlad" de una muerte segura, este estaba siendo retenido por su valiosa fortuna. Desde entonces "Vlad" le estuvo agradecido, estrecharon fuertes vínculos hasta que una linda señorita apareció en el camino y como todo trió amoroso que se crea, siempre acaba perdiendo uno, y en este caso, no cayó un pájaro solo si no dos. Vladimir conocía a Mona, mi madre, ella le había hechos algunos trabajos sucios en otros tiempos y el estaba locamente enamorado de ella pero nunca se atrevió a confesárselo, en cierto modo creo que "Vlad" le tenia miedo a mi madre; cuando Mona apareció delante de mi padre, este no dudó en ponerle una pistola en la sien, puesto que sabia que era una asesina muy conocida, pero ella también fue astuta y acabaron igualados, entablando una lucha durante varios años en la que "Vlad" pegaba puñaladas traperas a mi padre. Un día ya hartos de todo, y viendo que así no conseguían nada, Mona decidió dejar atrás a Vladimir y consiguió una cena con mi padre; al cabo de los años formaron una familia estable; dejaron atrás la pasada vida, ella se despego de su trabajo como asesina ayudando a su marido en todo lo que le hiciera falta, y el también se despojo un poco de su trabajo como policía intentado dedicar la mayor parte del tiempo a su familia. Pero la felicidad dura un suspiro, y esta no iba a ser una excepción; Vladimir no soportaba ver a lo que algún día fue "suyo" en manos de otro hombre y decidió que si su felicidad no la conseguía él no lo haría nadie; acabó con ellos sin pensárselo dos veces, y yo no sé porque sigo viva, ni si quiera Left lo sabe. Podría haberme matado, no le hubiera dolido a ninguno, pero no lo hizo y eso no tiene mucho sentido. En conclusión, la policía me deja vía libre para hacer lo que quiera, pero manteniendo la misma cautela de siempre, para desviar miradas y me alegro, así que acertaré la oferta que Kate y Left me proponen. -Está bien. - les dije. -¿Si? - dijeron los dos a la vez sorprendidos. -Si, os dejaré que seáis mis tutores legales, si eso os hace felices. -Me alegro que no hayas salido corriendo como una loca cuando te dijimos eso. -Lo hice, pero no como una loca. - reí mientras Steep jugaba con mi pierna. -Bueno Steep, vas a tener una hermanita temporal. - bromeó Left. Steep me miró y se rió. -Si enano, pero no te pienso cambiar el pañal, para eso ya tienes a mama.

Mérida McCartney.

-Tranquila Kate seguro que está bien. -Pero que porras le diste. -¿Yo? Oye no intentes que me sienta culpable, el ya es mayorcito para cuidarse solo. -Sabes como es Mérida, solo te pido que tengas tu mas cabeza que él. - me dijo poniéndose en frente de mi. - No dejes que haga ninguna tontería. -Esta bien.- la miré a los ojos. -Por favor. -Vale vale, reconozco que tu eres la única que me toca la fibra. Disculpe. - le dije a una enfermera que pasaba. -Dígame. -¿Me podría decir en que habitación se encuentra el paciente Left Rumsfeld? -Si claro. - la enfermera volteó una hoja de su cuaderno mientras dejaba caer sus gafas empañadas en polvo por una larga y puntiaguda nariz; me recordó a una bruja, tenía una verruga justo encima del labio superior, que por cierto estaba mal remarcado con el perfilador rojo de labios; parecía que le habían untado un chorizo por encima; bastante bajita, regordeta, y su pelo corto, recogido en un moño desecho ya con algunos rizos sueltos. "Muy mona" pensé irónicamente mientras miraba a Kate, esta se percató de lo que estaba pensando y levanto una ceja en señal de que dejara de acosar mentalmente a aquella señora. "Esta bien" resoplé hacía arriba, quitándome un mechón de pelo que estaba en mitad de mi cara. -Habitación 318. - me respondió masticando un chicle. -Muchas gracias. - Kate, el pequeño Steep y yo nos dirigimos hacia la habitación 318; entramos y pudimos contemplar como Left, sentado en la cama con algo de suero colgando de la habitación miraba fijamente el paisaje que se encontraba detrás de la ventana. -"La famosa habitación 318" - dije para romper el hielo. -Cariño. -Kate se adelantó para abrazar a su marido, con Steep en brazos. -Ei enano, ¿qué pasa? - Left cogió en brazos a su querido hijo, y le besó en la frente. -Bueno, creo que es el momento familiar, esperaré fuera. -Avisé a la familia. -No Mérida, quédate. - dijo Left. -No me importa salirme, enserio. -Mérida, tenemos que decirte algo bastante importante, pero quería esperar a que estuviésemos todos juntos para decírtelo. -¿El qué? - me estaba empezando a asustar, lo mas probable es que me dijeran que ya no querían ninguna relación con migo, que suponía peligro para su familia, o que como tenia 17 años y todavía era menor, no me dejaban vivir sola; incluso llego a pensar que Left dejará el cuerpo de policía para dedicarse tranquilamente a su familia, puesto que no pasa tiempo con ella, siempre está en la oficina, o el escena de algún crimen, o conmigo, a la semana diría que en total solo pasa 10 horas con Kate y el pequeño. No lo descartaba porque era verdad aunque Left adorara su trabajo. -Como eres menor de edad todavía.. - me podía hacer una idea de que me entregarían a los servicios sociales. -Si. - dije fría y sin animo. -No es lo que crees. -¿Que crees que estoy pensando? -Nos conocemos bien Mérida. - dijo Left -Tenemos un contrato legal, que firmamos hace una semana Left y yo como tus tutores legales. -¿Qué? - pero ¿qué? ¿tutores legales? ¿ellos? ¿Left y Kate? los conozco de toda la vida, es verdad que me han criado ellos, que me tratan muy bien pero con todos los lios en los que les he metido ¿se deciden por ser ellos mis tutores legales? Esto no lo entiendo, se salia fuera, totalmente fuera de todos mis esquemas. -No. - dije mientras salia de la habitación.

Mérida McCartney.

-Solo recuerdo que había mucha sangre. - dijo Left con la boca llena -¿Solo? Pues valla información, así ayudas mucho. -No tengo culpa, me ataron a la silla y me pegaron con un palo enorme -No se te nota mucho, sigues igual de tonto que siempre. -Hizo una mueca extraña de descontento. -¿Y que vas a hacer entonces para averiguar quien es el hombre? -Pensaba en pedirte a ti la ayuda. -¿A mi? -Efectivamente, si has conseguido los informes de los trabajadores en menos de una semana, no te costará sacarme mas información, el trato es que no te retendré y torturaré para que me digas de donde lo sacas todo. - sonreí al terminar mi comentario amenazante. -Valla, eres todo un encanto juvenil. -Gracias cariño, por cierto ¿has hablado ya con Kate y el pequeño? -Si, les llame antes para que supieran que estoy bien y que tengo trabajo por lo que esta noche no me quedaré con ellos. -¿Piensas quedarte aquí verdad? -Que lista eres. -No, por dios Left, no pienso aguantar tus ronquidos. - supliqué enterrando mi cara en un cojín. -Pues sal un rato de fiesta, así no tendrás que aguantarlos tanto tiempo. -Tengo cosas mas importantes que hacer que salir por ahí. -No he conocido a ningún adolescente con 17 años que no quiera salir un sábado por la noche. -Si, a mi. -Pero ¿porque? -Este dialogo esta siendo muy cansino, si no me consigues la información tendré que buscarla yo misma, mañana saldré temprano para ver si encuentro algo de ayuda, me voy a la cama ya, espero dormir un poco antes de que me dejes toda la noche en vela. -Esta bien señorita. -Así me gusta amor mio. - reí escandalosamente ante mi comentario. -¿Donde has comprado esta carne? ¿Y como es que cocinas tan bien? -Primero, es una larga historia y segundo ¡no cocino tan mal! -Venga dímelo porfa, así tendré algo que pedirle a Kate. - sonrió como un niño pequeño. -¿Te acuerdas de las ratas del desván? - Left engurruñó la boca en una mueca extraña y abrió los ojos tanto que parecían que se le iban a salir. -¿Enserio? - murmuró -Enserio. -afirmé cerrando la puerta de la habitación a mis espaldas y dejando atrás una larga arcada. Es un quejica, mucha gente se mataría en el pueblo por algo de comer, para ellos esto seria mas que un manjar, por lo menos el tiene algo que llevarse a la boca, además las ratas no están tan malas, las infravaloran por las múltiples enfermedades que contraen, pero si las desinfectas bien no hay porque coger ningún riesgo. Me metí en la cama comprobando poco a poco que Busted no se encontraba allí, creo que seguí un poco molesto tras la caída. (*) Nada, no pude dormir ni un poco, otra noche más en vela para apuntar en el calendario. Fui a la cocina, esquivando la ropa que mi querido invitado había dejado por el suelo "Este hombre" murmuré cansada, sospechaba que me estaba empezando a enfadar; preparé un poco de café para desayunar encogida en mi bata, corté dos kiwis y machaqué la piel hasta que se formó una espesa masa de tono verde oscuro que apliqué a las bolsas de mis ojos, para así poder tapar las ojeras creadas por mi insomnio. Entré al cuarto de Left que estaba demasiado oscuro "ya se ha cargado la persiana otra vez" octava vez que la rompía, nunca aprenderá que es demasiado bruto; entré dejando atrás la puerta cuando algo en el suelo hizo que tropezara callendo totalmente de bruces; oí una voz quejarse encima de mi, "mis costillas" me queje yo y volví a levantarme como pude dejando entrar varios rayos pálidos de sol por la segunda persiana. -!Rumsfeld¡ - grité enfadada. -!Qué¡ - dijo sobresaltado; puse cara de pena y le ayude a que se levantara; ahora si que daba pena. -Anda y levántate, ¿por qué estas en el suelo? ¿sabes el porrazo que me he dado gracias a ti? - le reñí. -Está fresquito. - parecía mareado, y estaba bastante pálido, por no mencionar que casi no se le entendía al hablar. -Y tu estas ardiendo. - comenté mientras acercaba mis labios a su frente. - Come algo anda, te sentara bien. -Mérida. -Dime. -Llama a una ambulancia por favor. - acto seguido se desplomo en el suelo. -!Left¡

martes, 23 de octubre de 2012

Mérida McCartney.

Liz no se cortó un pelo en contarme todo lo que le había sucedido aquella tarde, resulta que varias patrullas de policía andaban buscando a la hija del alcalde, Helen, desaparecida hace 2 semanas casi; como bien deducía, Liz era amiga de esta,ella era la ultima persona que había estado con Helen cuando aún sabia que estaba bien, después de eso Liz dice que su amiga subió a el coche de un hombre que aparentaba unos 25 años y que supuestamente estos se veían a escondidas, pero Helen temiendo que sus padres no aprobaran dicha relación se escondían; le habló varias veces de el, un muchacho de buena familia, que estaba aquí de paso estudiando en casa de sus abuelos, alto, pelo rizado y castaño, con buenos modales, un encanto, todo lo que las jóvenes quieren, a ese príncipe azul. Pero el cuento que Helen esperaba, posiblemente se este convirtiendo en una tragedia. Sabia algo de ese tema pero no le dediqué mucha atención, todavía tengo que conocer personalmente a Vladimir, el hombre que desea acabar conmigo, volviendo al tema, Liz es la que ha decidido buscar a su compañera por si sola. -No deberías de haberte metido en un bosque como este, sola, y sabiendo que probablemente si tu amiga está en peligro tu podrías correr el mismo. -Ya, pero..- no le deje acabar cuando realicé mi pregunta. -¿No has pedido ayuda a la policía? -No, prefiero hacerlo con alguien de confianza, la policía solo lo empeoraría, se correría la voz mucho más y no se tocarían nada mas que la barriga. -Es verdad el cuerpo de policía de este pueblo es penoso. ¿Y que vas a hacer entonces? -Prefería buscarla por mi misma, mis padres creen que estoy ayudando a una amiga, y he venido aquí. -Si te llegan a descubrir podrías causar un gran revuelo. Seria peor. -Es cierto, será mejor que volvamos. -¿Sabes donde está la salida? -Mas o menos, sé que es cerca de un lago. -¿Un lago? pensé, salvada. -¿Como estas tan segura? -Estuve un rato sentada allí pensando si volver al pueblo o seguir. -Está bien, iremos en silencio, y si escuchas algo avísame. - nos levantamos y nos dirigimos al frente. (*) Salimos de allí ilesas, tardamos unas dos horas en la que pude medir la resistencia de Liz, la chica era dura para ser de ciudad. Al llegar a casa, no dude en buscar por el salón a mi fiel amigo, Busted, un gran gato maltés de aspecto dejado y bastante gordo; me senté en el sofá en el que al cabo de 5 minutos me recibió con la parsimonia inyectada en el cuerpo. Este se tumbó cansado en mis rodillas, ronroneo repetidas veces y se acomodó, mientras yo sacaba los informes arrugados de la mochila, los revisé una y otra vez cada palabra pesaba mas, todos los obreros muertos, 7 personas sin vida en una sola tarde, las caras de unos mirando a sus compañeros como los mataban se me atragantaban en el pecho; los reporteros ya se habrían enterado y estarían como cuervos en la escena del crimen intentando conseguir la mayor atención en su cadena para así aumentar dos monedas su sueldo. Ojala entre los obreros no este Left, el imbécil me prometió que vendría. A todo esto, ¿como es que Left ha conseguido tan rápido los informes? ¿Y de donde? Que yo sepa, este caso es apenas de menos de 1 semana, se lo has cargado pronto; sé que Left es jefe de policía, un gran agente y tiene acceso a múltiples materiales confidenciales, pero ¿como es esto? El cuartel oficial mas cercano a este caso es el de Washinton D.C, y este todavía andaba buscando la punta de la cola del caso para orientarse. Un poco raro. Que triste, todos los obreros tienen en común una familia con un hijo menor de 6 años; todos menos uno, Randy Therson, sin datos familiares, 23 años y bastante guapo en la foto del documento, el mas joven de todos. Puse la televisión para desconectar un poco: "Noticias de la CNT, comunica que el caso de los 7 obreros muertos encontrados en la fabrica ha sido rectificado, se acaban de encontrar a parte los cuerpos de los supuestos asesinos, cada uno con disparos en el cráneo y otro cuerpo de un varón sin identificar, les mantendremos informados de la noticia, buenas noches" ¿Como? ¿Un varón sin identificar? ¿No será? Me levanté de un salto disculpándome a Busted por la enorme caída que había tenido por mi culpa, cogí el teléfono y marque temblorosa el numero de Kate, sonaba poco parecia que la linea se cortaba. -¿Pero qué..? -Tranquila. - dijo una voz familiar detrás mia que me relajo. -Estupido. - Le dije a Left cortando el telefono. -¿Y mi cena? -¿Acaban de anunciar que otro cuerpo ha sido encontrado y tu preocupado solo por tu cena? -Bueno aunque suena frio y malevolo, me importa poco ya que yo no soy el que ha muerto. -Eres malo. -Y tengo hambre, por lo que.. -Mas malo eres - proseguí con su frase. -Exacto.

lunes, 22 de octubre de 2012

Mérida McCartney.

La gran altura, provocó que la caída fuera seca, tan seca que algunos pájaros se agitaron, ante el estruendo, normalmente no suelo ser así, tan ruidosa, pero entendiendo que eran aproximadamente dos pisos enteros, una mala postura podría haberme causado la amnesia temporal, incluso la muerte, sin exagerar. Me dispuse a levantarme cuando observé en un suspiro todo el paisaje, lo único que se me pasaba por la cabeza era ¿donde porras me encuentro? Era todo bosque, bosque y mas bosque. Estuve andando un buen rato intentando no perder de vista la ruina de casa, por lo tanto se podía deducir que estaba perdiendo el tiempo, dando vueltas y vueltas por allí, buscando la nada. Por que en realidad buscaba una salida, pero así no es que fuera a encontrarla, a no ser que el gran espíritu apareciera y me guiara, pero a una atea como yo, esas cosas no le iban. Tal vez algún subconsciente en mi interior, me ayudara, pero iba a aparecer con el tiempo porque yo esperar no es que tenga ganas. No se oía nada, creo que había pasado una media hora ya desde que salté, ni gritos, ni disparos, ni a Left diciendo alguna borderia subida de tono, era raro, varias propuestas de futuro pasaron por mi cabeza, o ha muerto, o se ha ido, o me he quedado sorda, no descartaba ninguna en estos momentos. "Mejor no entrar en la casa" pensé, podrían estar reteniendo a Left, o estaría todavía escondido aunque eso si lo dudo, pero Left es demasiado astuto, no creo que lo hayan cogido, y si hubiera sido así, no importa, seguro que no le hacen nada, solo intentarían asustarle, el conserva una información demasiado valiosa. Y si en algún caso muriera, tampoco pasa nada, digo yo , Steep tiene 2 años, esta ya crecidito, no echaría de menos a su padre, y tanto trabajo no tiene Kate con el. Pobre de ella, pero si yo fuera la mujer de Left le pondría un collar de perro, sabiendo como es el de hiperactivo, no es normal además, Left no pinta nada aquí, tiene un buen trabajo de policía en Seattle, su oficina, su sueldo una familia estupenda, su vida en una silla, sentado mandando ordenes, leyendo papeles, ojala mi vida fuera así, pero no, necesita madurar el pobre hombre, no tiene bastante con la adrenalina que descarga cuando ve que tiene 23 llamadas perdidas de Kate. Es un caso perdido, pero bueno. No le daré mas vueltas, su vida esta en juego, el sabrá que hacer, ya es adulto. Me perdí en el profundo y espeso bosque, empezaba a hacer frió y echaba de menos el cutre sofá de mi casa, y a Busted, mi peludo amigo felino; dar vueltas era mi única opción, con un poco de suerte daría con la salida. De repente, un acto reflejo hizo que me diera la vuelta, agudicé mis oídos y corté la respiración, alguien venia, subí al primer árbol que encontré por allí, y esperé; una chica, alta, posiblemente 1'67, 15 años, rubia de pelo largo ondulado, estaba mas perdida que yo, eso seguro, pero ¿que hacia allí aquella chica? Se sentó en una piedra, enterró su cabeza entre sus piernas y suspiró profundamente, bajé poco a poco y me senté a su lado, pareció no percatarse, y delicadamente posé mi mano en su espalda, ella rebotó y antes de que callera al suelo la agarré, ahogo un leve grito gracias a que mi mano tapó su boca. -Tranquila - dije en susurros. - no te voy a hacer nada. - Pareció creerme, porque sus ojos tomaron forma relajada y su cuerpo dejó atrás la tensión. -¿Quien eres? - preguntó - Mi nombre, ahora no importa mucho, soy agente de FBI. -¿Y tu placa? -No la tengo, la he perdido. -Estas mintiendo. -¿Y tu de donde vienes? -No te diré nada si no me dices quien eres. -Oye no te alteres, no me interesas para nada, si piensas que voy a matarte pierdes el tiempo, de nada me serviría si no sabes quien soy, y menos si yo no se quien eres, para que voy a matarte si no se nada de ti, ¿comprendes? -Si.. si. ¿Pero como sé que no mientes? ¿Que no me espías? -No soy de esas, yo solo hago mi trabajo. -Me llamo Liz. - ahora que me fijo, parece una niña pija, lo es seguro porque esas botas las he visto en una tienda de la ciudad y la gente cercana a aquí no suele tener dinero para comprar esas prendas. -Melany. -Bonito nombre. - sonrió -Gracias, pero sigo sin saber que haces aquí. -Es difícil de explicar.