Mi foto
Cordoba, Andalucía , Spain

miércoles, 24 de octubre de 2012

Merida McCartney.

Pero como podían decidir eso, yo no quería, bueno en realidad por una parte no me importaba, pero ¿para que querrían eso?Quieren que les de mas problemas? Están corriendo un gran riesgo y eso no lo puedo permitir hablaré con ellos, pero mas tarde cuando se me pase este mareo de pensamientos; sigo sin podermelo creer, ahora mismo no sé ni que hago corriendo por los pasillos del hospital, la gente no para de mirarme preguntándose que que haré, odio cuando hacen eso, que mas les dará a ellos; Kate me sigue la pista corriendo detrás mía, se escucha mi nombre por todo el pasillo pero no puedo pararme, necesito aire. -Mérida espera. - me suplica. -No puedo. - digo sentándome en un bordillo a la entrada del edificio, creo que voy a llorar, pero no quiero que me vea. -Merida, escúchame. -¡Que! - le grite a Kate; me tapé la cara con mis manos, ya no podía seguir hablando, mis lagrimas comenzaron a caer una por una. - No sabéis el peligro que corréis teniéndome como tutores, ya me cuesta mantener la identidad por mi misma, si os tengo a vosotros será mucho peor, me pillarán antes, además podrían utilizaros para sacar alguna información y quien sabe lo que podría haceros quien os coja. -No tienes porque preocuparte por eso de verdad, estaremos en contacto, mantendremos un código, Left y yo ya inventaremos algo, nos las apañaremos, enserio. -No Kate no lo entiendes, ni tu ni Left, lo hago sola, yo, yo soy la que lo hace conociendo todas las consecuencias, me lo busco yo sola, el problema lo tienen conmigo no con ustedes, además - pasé mi mano derecha por toda mi cara secando las muestras de mi debilidad momentánea. - pronto cumpliré los 18 años, solo me queda 1 año, de verdad, dejadme esto a mi solo encontrareis problemas. -No lo vamos a dejar, la policía te conoce Merida. - ¿Qué me conoce? Esto no lo sabia yo, la policía, todo el cuerpo del FBI, la CÍA me buscaba por los asesinatos de varios agentes de la mafia, sabían que me he adentrado en el mundo de los traficantes y así están, tan tranquilos, esperando que acepte la tutela de estas personas. -Será una broma. - dije mirándola alterada, me levanté llevándome las manos a la cabeza. -Mira Mérida, los cuerpos de policía de todo el país, la CIA, el FBI, todo, saben como eres, quien eres porque estas así y como has llegado, saben tu trabajo, de donde vienes y adonde vas, saben tus metas ya. No quiero que te frustes por esto, no te asustes; entra y Left te lo contará todo detalladamente ¿vale? confía en mi - agarro mi mano con fuerza invitándome a entrar en el hospital de nuevo. (*) Me fui tranquilizando poco a poco tras escuchar la historia; resulta que era verdad que la policía sabia quien era, donde estaba y porque había llegado a esto; en un principio intentaron vigilarme con intentos fallidos, lo único que sabían aparte de toda mi vida era que yo y Left teníamos un vinculo, él era el que me ayudó a desenvolverme por allí, junto con otros conocimientos que yo mismo añadí. Mi padre era un gran agente del FBI, eso lo sabia, pero no que él y Vladimir se conocieran, fue en una vieja fabrica donde mi padre salvó milagrosamente a "Vlad" de una muerte segura, este estaba siendo retenido por su valiosa fortuna. Desde entonces "Vlad" le estuvo agradecido, estrecharon fuertes vínculos hasta que una linda señorita apareció en el camino y como todo trió amoroso que se crea, siempre acaba perdiendo uno, y en este caso, no cayó un pájaro solo si no dos. Vladimir conocía a Mona, mi madre, ella le había hechos algunos trabajos sucios en otros tiempos y el estaba locamente enamorado de ella pero nunca se atrevió a confesárselo, en cierto modo creo que "Vlad" le tenia miedo a mi madre; cuando Mona apareció delante de mi padre, este no dudó en ponerle una pistola en la sien, puesto que sabia que era una asesina muy conocida, pero ella también fue astuta y acabaron igualados, entablando una lucha durante varios años en la que "Vlad" pegaba puñaladas traperas a mi padre. Un día ya hartos de todo, y viendo que así no conseguían nada, Mona decidió dejar atrás a Vladimir y consiguió una cena con mi padre; al cabo de los años formaron una familia estable; dejaron atrás la pasada vida, ella se despego de su trabajo como asesina ayudando a su marido en todo lo que le hiciera falta, y el también se despojo un poco de su trabajo como policía intentado dedicar la mayor parte del tiempo a su familia. Pero la felicidad dura un suspiro, y esta no iba a ser una excepción; Vladimir no soportaba ver a lo que algún día fue "suyo" en manos de otro hombre y decidió que si su felicidad no la conseguía él no lo haría nadie; acabó con ellos sin pensárselo dos veces, y yo no sé porque sigo viva, ni si quiera Left lo sabe. Podría haberme matado, no le hubiera dolido a ninguno, pero no lo hizo y eso no tiene mucho sentido. En conclusión, la policía me deja vía libre para hacer lo que quiera, pero manteniendo la misma cautela de siempre, para desviar miradas y me alegro, así que acertaré la oferta que Kate y Left me proponen. -Está bien. - les dije. -¿Si? - dijeron los dos a la vez sorprendidos. -Si, os dejaré que seáis mis tutores legales, si eso os hace felices. -Me alegro que no hayas salido corriendo como una loca cuando te dijimos eso. -Lo hice, pero no como una loca. - reí mientras Steep jugaba con mi pierna. -Bueno Steep, vas a tener una hermanita temporal. - bromeó Left. Steep me miró y se rió. -Si enano, pero no te pienso cambiar el pañal, para eso ya tienes a mama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario