Mi foto
Cordoba, Andalucía , Spain

lunes, 3 de septiembre de 2012

Mérida McCartney.

Sí, así es mi nombre, Merida McCartney, nombre encantador para una chica encantadora, tengo 17 años ni uno mas ni uno menos, vivo en ningun lado, en realidad no tengo hogar, lo tuve hará cerca de 13 años, en el cual vivia con mi familia, a la que desgraciadamente asesinaron, por eso hoy en día soy así, una de las mentes criminales mas buscadas del país, agradece que te reconozcan, aunque preferiria que no lo hicieran, podría matar anonimamente, pero no, saben perfecamente que soy la unica hija superviviente de Scott y Mona McCartney; el agente del FBI; ella asesina a sueldo, los dos increibles tiradores, la mala suerte fué que la pistola se atrancó y ella estaba sola, una historia bastante alarmante, después de aquel 8 de octubre sigo soñando la tragedia, pero no me afecta mucho, me gusta este trabajo, matar o morir, solo 2 opciones pero muy sencillas, si no es el otro eres tu y para que te veas desangrandote en una esquina oxidada de algún viejo bar, mejor no ser la victima, no me puedo permitir pensar de otra manera, ahora me relajo, o intento parecer relajada ante la atenta mirada de Left "¿necesitas algo?" le digo bruscamente, parece que quiere decir algo pero luego agacha la cabeza,"imbecil" pienso. -No deberias de estar aqui. - me dice con preocupacion. -Am ¿y tu si? - le respondo, Left Rumsfeld, ese es su supuesto nombre, creo que lo he conocido por Max, Harry, Louis, incluso por Alan, quien sabe cual sera el verdadero, 36 años, agente de policia, es un corrupto, no me cae bien, ni yo a él, asi que no nos debemos nada salvo guardarnos las espaldas el uno al otro, por "motivos pendientes" segun él, cuando le interesa se deja ver, si no te mete el cañonazo directo, pocos amigos, o compañeros, aunque teniendo este trabajo es mejor no hacerlos. -Te tengo que recordar que tienes 17 años, eres una privilegiada por estar viva, y de haber tenido esos padres, si no ya hubieras sido devorada por los roedores del campo. - Coloqué la taza de café hirviendo encima de la mesa, provocando un sonido hueco por el pequeño impacto. - Y yo he de recordarte que si sigues vivo es gracias a que yo pasé cerca de esa casa. ¿Recuerdas? - Todo volvió a sumergirse en el silencio. -Esta bien, esta bien - dijo en tono cansado. - Pero no deberias de estar aqui, acaban de asesinar a los 7 trabajadores, aquí tienes los informes de cada uno de ellos, por si quieres revisarlos, sal de aquí anda, solo quedan 2 "maromos" y uno de ellos bloquea la puerta, sabe que has salido y quiere acabar contigo de una vez por orden de Vladimir. - Bien entonces tendré que apañarmelas por la ventana. - me acerqué y tiré la persiana abajo, aquella estructura era muy endeble ¿cuantos años llevaria esto abandonado? es una pena; pensé. -Eres buena saltando y escalando edificios, como tu madre. - mi cara se tornó a una mueca de desagrado. - Vale ya me callo pero vete y no vuelvas anda. -Hazme el favor de llamar cuando acabes con ellos. - Le comente mientras metia los informes de los trabajores en una vieja mochila. -Y tu hazme el favor de tenerme una cena hecha cuando llegue a tu casa. - una carcajada se apoderó de la lugubre sala. -Esta bien Mrs.Rumsfeld, se la tendré guardada, pero si llega tarde me iré, esta noche tengo cosas que hacer. - Le miré por ultima vez, y me dejé caer por la ventana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario