Mi foto
Cordoba, Andalucía , Spain

domingo, 4 de enero de 2015

Deserve (pag 5)

Abrí los ojos con dificultad, estaba comenzando a amanecer y mi estómago rugía como consecuencia de no haber cenado la noche anterior.
Llevaba sin probar bocado desde el mediodía del anterior día, y estaba pasando factura. Me revolví y desperezé en la cama.
Los lados que no podía cubrir mi pequeño cuerpo estaban fríos, demasiado, me acurruqué en mi misma formando un ovillo con las mantas que tenia.
Ya no podía dormir; mi estómago no paraba de gritarme para que sucumbiera aquel dolor que mis tripas provocaban, pero a la vez una espesa bola se estaba formando en mi garganta impidiendo si quiera pensar en la ingesta de algún alimento.
Todavía seguía dando vueltas a la charla tan extraña de la noche pasada, ni si quiera sabia como debía pensar, quizá sacarlo de mi mente era lo más correcto pero ¿como?
La curiosidad seguía apoderándose de mi y necesitaba un método para frenarla antes de que fuese algo imposible.

En mi cabeza se instauró una lucha que debatía si intentar levantarme de la cama y despejarme o buscar una solución.
Aunque también intenté dormir un poco mas para posponer el nuevo reto que había surgido; es lo que siempre hago cuando tengo problemas, ya sea conmigo o con el mundo exterior. No era la mejor manera de afrontar mis propias dificultades, pero al menos las apaciguaba hasta que volvían a llamar a mi puerta.
Habían pasado cerca de dos horas desde que me desperté hasta que termine de atar los cordones de mis zapatillas negras.

Antes de salir tome un vaso de agua para aguantar un poco mas sin comer.
A veces me entraba un sentimiento de asco y repugnancia hacia la comida, se me cerraba el estómago completamente aunque necesitara comer, pero nunca me preocupé mucho.
Salí y guarde mis llaves en la chaqueta azul oscuro que me regalo una amiga de mi madre en mi cumpleaños.
Saque un mp3 viejo y desgastado y pulse el play.
La musica ha sido uno de mis mayores placeres desde que tengo uso de razón, poseo de tantas melodías y canciones que suelo sorprenderme cuando aleatoriamente comienza alguna que no sabía ni que tenía.
Aun así, desde hace tiempo elijo con cautela el que será mi acompañante durante mis paseos, como es la música instrumental.

Me resulta extraño el sentimiento de renegar y aborrecer todo lo que conozco o incluso lo que hace que me sienta viva. Buscándome, encuentro días en los que no hago más que estar tirada en mi cama, maldiciendo el encontrarme ante esa situación que solo me genera estrés.
Me siento mal, pero no quiero ningún alivio. Y lloro.
Me hundo en mi, siento mi peso y no me importa desbordarme.
Y entonces me doy cuenta de que temo toparme con mis sentimientos cara a cara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario