Both Of Us.

Silencio, recorre mi habitación, el hecho de estar sola y a oscuras, hace que se me encoja el corazón, me levanto en el espeso manto negro de la noche y abro la persiana, dejando entrar pálidos reflejos de luz anaranjada, como los rayos del sol mientras este muere decallendo en la espesura del denso monte, la tenue luz proviene de varias farolas que cuelgan de las paredes de la calle, intentando acompañar a los pocos transeúntes que pasean ahora, ahora si puedo distinguir donde estoy exactamente, toda la habitación esta desordenada como siempre que estoy enfadada y no de muy buen humor, observo una figura estrecha y distorsionada entre las sabanas, creada por el movimiento de mi cuerpo al dormir. Vuelvo a entrar en la cama, esperando ser acogida por el sueño otra vez, deseando no quedarme esta noche en vela por culpa de múltiples pensamientos que rondan mi cabeza a altas horas de la madrugada, deshago la silueta formada anteriormente y me tapo con la pesada manta, aun con el calor asfixiante, porque he de decir que una de mis manías, de mis raras manías es sentir el peso de algo encima mía, da igual lo que sea, como si aquello me fuera a proteger de todos los males, no lo creo, pero algo de esperanza siempre queda. Y ahora callada y sumergida en mis pensamientos, de cuanto odio a este dichoso mundo, puedo escucharles, el inconfundible canto de los grillos, que hace que poco a poco me relaje y me olvide de todo. " Ha llegado el verano " pienso, y me duermo.